La Noria de Neverland, artículo de Alberto Palenzuela en La Opinión de Tenerife


Ahí va el artículo de mi amigo Mu (Alberto Palenzuela) publicado hoy en la edición escrita de La Opinión de Tenerife, en su columna Cría Cuervos, sección de Cultura y Espectáculos. No voy a resumirlo porque merece la pena leerlo de cabo a rabo, sólo diré que trata sobre Michael Jackson y la concepción occidental de la desgracia.
Felicidades por el artículo Mu, cuanta clarividencia en tus palabras, como de costumbre:)
Por cierto que el mismo periódico publica también hoy otro artículo sobre el mismo tema, que asegura "Hasta 10.000 dólares es el precio que han alcanzado en Internet unos supuestos pases para asistir a la misa". En fin.

Soy uno de los más de seis mil setecientos millones de seres humanos que parasitan el planeta Tierra. Casi nada. De todos ellos, solo una cuarta parte tenemos la suerte de vivir en el primer mundo, que es como la suite de un hotel egoísta con vistas a un vertedero. Me queda muy abajo el umbral de la pobreza, relativamente lejos el índice de paro, y procuro malgastar mi sueldo en cosas que nunca voy a necesitar. En el salón de mi casa siempre me acompañan 42 pulgadas de televisión de plasma; en mi país, al hecho de freír a un tipo en un silla eléctrica, no se le considera una forma de defender las libertades civiles; y nunca moriré de hambre, de disentería o cruzando el Atlántico en un cayuco.

La felicidad, estimado lector, en términos generales, es tan ambigua como lo son los criterios para clasificarla pero, dado el panorama actual, lo que es evidente es que en este insultante circo llamado Mundo, unos payasos se lo pueden montar mejor que otros. Sería incapaz, por ejemplo, de explicar razonablemente bien a un somalí que viva en un campo de refugiados lo que es la anorexia, o el porqué de pillarte una baja por estrés laboral. De ahí se infiere que me vea igualmente incapaz de imaginarme lo que pensará el mismo somalí si intentara explicarle por qué los titulares de la prensa internacional sobre a la muerte de Michael Jackson apuntan a que la estrella fue un niño con problemas que nunca fue del todo feliz…

¿Qué cómo se puede tener problemas con un patrimonio de 1.500 millones de dólares? Pues muy simple: se tienen cuando esos problemas venden más que todos tus éxitos juntos, cuando tu público es millones de caníbales aburridos de la vida como yo y, sobre todo, cuando mientras pasa todo esto prefieres perder el tiempo haciendo el idiota jugando con mascarillas de lentejuelas, absurdas burbujas aislantes, pantones dérmicos y bisturíes oportunistas.

Creo que la vida consiste en una secuencia de desengaños: empiezas con los reyes magos y terminas con Dios y, entre tanto impostor, te das cuenta de que el mayor de todos ellos eres tú mismo. Pero, si hasta entonces aún sigues pensando que Walt Disney está congelado, esperando a levantarse algún día como Lázaro, puedes perder tu vida, aunque sea la mejor del mundo, dando vueltas en la puta noria de Neverland.

 

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